¿Cómo se inventó el yogur?

La idea de que no podemos obtener la nutrición suficiente de los alimentos fabricados en los últimos años ha hecho que mucha gente produzca su propio queso, pan, encurtidos, mermelada y yogur. Millones de personas no dejaron de producir pan y yogur, si bien iniciaron como un ocio durante los meses de confinamiento a lo largo de la pandemia del Covid-19. Efectivamente, hacer yogur es simple. Si añaden un poco de yogur en la leche, la leche se convertirá en yogur. No es simplemente yogur. Se puede comer solo, servir con las comidas, preparar sopa, hacer ayrán añadiendo agua y sal y beber frío. Ayuda a perder o ganar peso. En Türkiye se cree que el yogur tiene muchos beneficios además de ser un alimento. Ej., se utiliza como un salvavidas para la quemadura del sol. Era un santo remedio para aquellos que trabajaban bajo el sol quemador y niños que jugaban en la playa en los meses de verano para que pudieran dormir cómodamente en la noche. ¿Cómo nació el yogur? ¿Quién inventó esta comida milagrosa?

Esta cuestión ha sido un tema investigado no sólo por gente curiosa sino también por científicos. A lo largo de la historia se cuentan muchas historias sobre la elaboración del yogur, que es un alimento turco verdaderamente nacional y conocido con el mismo nombre en casi todo el mundo. La más conocida de ellas era el hecho de que el primer yogur hubiera sido hecho por el profeta Abraham, quien había aprendido su preparación de los ángeles. Según la leyenda, los ángeles enseñaron al profeta Abraham a mezclar tierra de hormiguero con leche y así apareció el primer yogur. Pensando que esta historia religiosa podría ser cierta, los científicos realizaron un experimento y observaron que la leche en realidad fermentaba con tierra de hormiguero. La explicación científica para este fenómeno es que las hormigas trasladan las bacterias que recogen en los lugares por donde pasan a sus hormigueros. Por lo mismo, la tierra en sus nidos es muy rica en bacterias. Lo único que se necesita para fermentar la lecha a fin de transformarla en yogur son las bacterias.

Las investigaciones científicas y excavaciones arqueológicas manifestaron que los turcos nómadas eran los primeros inventores del yogur. Los recipientes de yogur descubiertos en cementerios en Asia Central y la presencia de cueros de animales confirman esta aserción. Las tribus turcas que vivieron hace miles de años se sustentaban la vida con ganadería y productos de leche. La leche caliente extraída del animal se guardaba en sacos hechos de piel de animal. No habría ningún problema si la leche se consumiera en poco tiempo, pero como el interior de la piel del animal estaba lleno de bacterias, la leche comenzaría a fermentar al cabo de un tiempo y se convertiría en yogur. Muchos científicos opinan que el yogur apareció de esta forma, aunque fuera por casualidad. No hay que olvidar que el yogur y el queso más exquisitos en Anatolia sea producen tras la fermentación por vías naturales de la leche colocada en la piel de oveja o cabra.

Comer yogur o beber ayrán (yogur líquido) al lado de la comida principal, que se ha convertido en un hábito, es una cultura heredada de las estepas de Asia Central. El yogur se consume con muchos platos de hierba, como espinaca, o se bebe ayrán mientras se come kebab turco que agrada a todos. La razón principal de ello es que el yogur, además de ser un elemento riquísimo de sabor, es una protección para el cuerpo humano. Porque si encontramos bacterias, hierbas venenosas o alimentos en mal estado en el yogur, este rápidamente entra en una reacción química, ayuda a eliminar los alimentos nocivos del cuerpo y previene el envenenamiento. Por supuesto que podemos ir al hospital más cerca para evitar intoxicaciones de este tipo en la actualidad y la vida moderna, pero imagínense que estamos en las estepas de Asia Central sin fin donde no había hospitales o médicos hace miles de años. Entonces, entenderemos con todo corazón que el yogur es un alimento milagroso.